EL RECHAZO (4 audios)
(Audio 1)
*Génesis 2: 15-17
*Génesis 3: 6
Una sola prohibición, una
sola restricción y Adán y Eva rechazaron esa palabra y rechazaron al
mismo Dios.
El rechazo es una columna en la obra de destrucción del
Diablo.
El rechazo es la expresión contraria a la expresión del amor
de Dios.
Satanás que conoce muy bien el diseño del ser humano, se ha
preocupado y ha hecho todo lo posible para que cada persona durante todas las
generaciones recibamos de alguna manera, en algún grado y en alguna medida, el
rechazo.
Cuando Satanás logra hacer sentir a un ser humano rechazado
por 1. Sus padres 2. Por toda su familia y al final rechazado por 3. Dios,
Satanás ha tenido un triunfo tremendo, porque esa vida se va a encargar de
contaminar con ese rechazo a toda una familia, todo un grupo laboral y a todos
aquellos que formen parte de su entorno, los va a contagiar con ese rechazo.
*Efesios 2
El príncipe de la potestad del aire: Es un diseñador de
ambientes y de pensamientos. Arquegogos.
1.Rechazo:
Acción de reusarse a aceptar o a considerar una persona o cosa a la que no se
quiere o no se aprueba.
(Min. 07:34) El alma no tiene edad, existe desde que llega al
embrión. Desde el primer momento empieza a recibir rechazos como por ejemplo el
de un padre que no desea serlo.
Satanás sabe que Dios le dio al hombre una autoridad sobre
toda la tierra “Sea el gerente de la creación”. Usted tiene autoridad. Y Dios le
dio la autoridad a Adán. Él rechazó la palabra de Dios y rechazó al mismo Dios
para obedecer a Satanás, se autovendió. Le entregó la autoridad a Satanás.
El rol/papel tan importante que desempeña el padre de
familia.
Dios espera que el padre de familia supla las tres
necesidades más grandes de su hijo de nacer: Provisión, protección y autoridad.
(Min. 10:20) Cuando un ser humano no recibe la aceptación de
su padre, de ahí en adelante va a ser muy difícil que él perciba la aceptación
de alguien más. Aun cuando sea adulto y lea en la Biblia que Dios es un padre,
inmediatamente su alma afectada, dañada, ofendida, adolorida, va a rechazar a
Dios como padre, porque ese padre que debió defenderlo, aceptarlo, acogerlo, lo
que hizo fue rechazarlo.
Cuando Satanás logra que el padre no acepte a su hijo, inmediatamente ese feto, ese
embrión, el alma de esa nueva creatura se va a sentir desprotegida.
(Min. 12:54) El alma escucha.
2. Rechazo: Verbo griego apodoquimazo. Rechazar y desaprobar después de un análisis.
Los abuelos tienen aún más autoridad que los padres.
El rechazo empieza a establecer en la vida de esa persona el
síndrome del Triplerechazo. Cuando una vida percibe el rechazo, ella a su vez
responde con rechazo a los demás y a sí misma y empieza a crecer en ella un
temor; temor al rechazo y sienten vergüenza, y ese temor al rechazo crece de
tal manera que anula a la persona.
Cuando la persona es rechazada, se siente no amada, no
querida, no aceptada.
Una de las mayores necesidades de un humano en crecimiento,
sobretodo en la pubertad/adolescencia es la aprobación.
El mayor pecado del cristiano es la ignorancia.
Uno de los momentos más cruciales/especiales de aceptación a
los hijos es a la hora de dormir. Ore con él, acarícielo.
El rechazo es uno de los pilares más fuertes en la fortaleza
del Diablo, en la destrucción de la humanidad.
*Mateo 21: 42
(Min. 29/30) Jesús fue rechazado, por eso Él es el único que puede sanar cualquier vida, alma, sentimiento, corazón, del rechazo porque fue rechazado por todos.
3. Rechazo: Prescindir de, hacer a un lado, ignorar, no tomar en cuenta, desechar algo como si no tuviera valor.
El padre es una figura tan determinante en la vida de una
persona, que muchas de las falencias que esa persona pueda tener dependen de que
ese padre terrenal no le haya provisto/suplido esas necesidades que Dios le
plació que solamente puedan ser suplidas por nuestro padre terrenal.
Cuando una persona es rechazada se siente inútil, abandonada,
sin valor.
Síntomas del rechazo
Viven el resultado de ser víctimas, la facilidad de una
persona quejarse, siempre estarse quejando de que no la tratan bien, de que no
la quieren, de que no la tienen en cuenta es el principal síntoma. Víctimas del
temor y de un temor al rechazo.
Ambivalencia: No pueden tomar una decisión fácilmente.
Ansiedad, desconfianza, aun en Dios.
El rechazo puede ser la raíz, el motor de la depresión.
Porque nació y creció en medio de la ansiedad, de no saberse protegido en medio
de la desconfianza, de no tener quien fuera su guardador.
Amargura, pesadez, dolor en el corazón.
Evasión, huye al sentir dolor. Una persona que está huyendo a
la posibilidad de ser ofendida.
Cuando usted sabe que es lo que le está afectando y puede pelear
contra eso con las armas de Dios, usted es más que vencedor y libre de esto.
Usted empieza a sentir libertad. El temor ya no lo cobija, no lo frustra, no lo
hace huir. Ya es una persona lista, dispuesta y preparada para poder llevar
grandes proyectos de Dios.
Pedirle al Señor que nos ayude a identificar una señal de
rechazo.
(Audio 2)
En la vida del creyente
*Marcos 7: 6-9
Desechar la palabra de Dios es desechar a Dios.
David es rechazado por su padre y hermanos.
1 Samuel 17: 26
El que siente rechazo hacia los demás, fácil se enoja, se aíra.
Una de las manifestaciones del rechazo es el menosprecio
(poco aprecio).
El que rechaza a otro, le endilga, le cuelga, le acomoda
cosas que tal vez no son ciertas. Esa persona rechaza no solamente a la persona
como persona sino a lo que él es, a lo que él hace.
Debemos estar muy pendientes del grado de rechazo que estamos
sintiendo, por qué cosas lo estoy sintiendo, contra quién lo estoy sintiendo.
El rechazo es muy fácil de evidenciar/identificar pero a
veces se camufla. Es más fácil identificarlo para el que lo recibe que para el
que lo da.
A veces el que rechaza no es consciente de que está rechazando.
Es importante que nosotros empecemos a trabajar contra quién
y qué tanto tengo rechazo hacia las personas. Contra quién, quién me produce
irritación, repudio, rechazo, quién cuando me habla me da impaciencia, me
irrita.
El rechazo en los esposos.
Las personas que no pueden perdonar son afectadas siempre por
el rechazo.
Nadie te puede ofender, tocar tu corazón y herirlo si tu no
se lo permites.
El rechazo es lo contrario a la aceptación.
Hay personas que desde temprano han sufrido un proceso
demoledor y destructivo de rechazo, cuando el padre pone en duda la paternidad
de ese hijo.
No tenemos derechos nosotros como hijos de Dios a sembrar una
semilla de rechazo en el corazón de un niño.
Hay mucha facilidad para rechazar.
La Biblia dice que somos un solo cuerpo.
Para evitar el rechazo se necesita el perdón, pero a veces el
rechazo infringido (antes de) se vuelve un tropiezo porque la persona va a
perdonar pero no puede porque el mismo rechazo que le dieron hace que se llene
de ira cuando se siente no aceptado.
Es importante que analicemos cada situación de nuestra vida. Es
sabio que el cristiano comience a ser consciente de cada instante de su día, de
todo lo que hace, de todo lo que piensa. Una persona que busque ser consciente de
cada palabra que conteste a lo que se le pregunta, es una persona que va rumbo
a la sabiduría de Dios.
(Mente, temperamento y carácter de Cristo) Hay mente
consciente y mente inconsciente. El cristiano debe permanecer en su mente consciente
para que se dé cuenta de qué va a responder antes de responder, qué actitud va
a tomar antes de tomar la actitud y si va a rechazar a alguien “uy ¿por qué
estoy sintiendo esto?”.
En la mente inconsciente Satanás se mete, estorba y usa a las
personas.
4. Rechazo: Verbo
griego atheteo. Hacer a un lado, descartar, prescindir, hacer a un lado algo
que no satisface o que no tiene valor.
(Audio 3)
*Génesis 37: 1
A veces nos parece que el hecho de que nos hayan rechazado
nos da a entender que fuimos desdichados, que no nos acompañó la bendición de
Dios, que nacimos en una mala familia, o que nos faltó algo para que nos
hubiesen amado. No es así!
Uno de los motivos más fuertes y poderosos para que el Diablo
use a todo el que pueda usar para rechazarlo a usted, rechazar a sus padres, es
el hecho de que usted haya sido escogido por Dios.
Cuando hay rechazo, hay aborrecimiento.
Con el solo hecho de que Satanás haya sospechado que Dios
tenía en usted un propósito, con eso enfiló baterías y todo el que pudo hacer
que lo rechazara a usted, lo hizo rechazar.
El rechazo que más hiere y que daña la vida del ser humano es
el que viene de su familia, en un principio de sus padres, luego de sus
hermanos, después de sus tíos, primos y de su conyugue.
El cristiano no entiende para qué es el sufrimiento, en este
caso, el rechazo. El rechazo y todo lo malo que nuestros padres nos dieron y
todo lo bueno, es un regalo. Y muchos como cristianos hoy están aferrados a ese
regalo; al regalo del maltrato, del rechazo, del aborrecimiento, y no salen de
él, están aferrados ahí y lo quieren como quiere un niño pequeño a su carrito.
Nosotros tenemos que ver más allá de lo que nuestros ojos
naturales pueden ver. Cuando una persona se queda estacionada en su pasado, en
este caso en el pasado del rechazo, no está viendo lo maravilloso que esta
quiere Dios, no está reconociendo cosas poderosas y que el solo hecho de haber
sido escogido por Dios, pudo provocar una reacción con el derecho legal que le
dieron nuestros padres a Satanás, pudo provocar que el Diablo empezara a
rodearnos de rechazo, de aborrecimiento, de falta de aceptación.
Tenemos que tomar la decisión de no caminarle al rechazo, de
no vivir en pos del rechazo y que nuestra vida no gire alrededor de ese
rechazo.
El rechazo produce ambivalencia –a veces sí, aveces no-.
Cuando toma una decisión se proyecta en algo pero nunca prospera en eso. No termina
un proyecto, se emociona con algo y lo deja a mitad de camino. Se interesa en
algo y no prospera. No permanece, no persevera, aun en las cosas de Dios. Dificultad
en la toma de decisiones. Ansiedad, desconfianza, amargura, pesadez, dolor en
el corazón. Evade los problemas, cuando siente que algo le va a causar un
problema o un rechazo sale y se va, huye en el estudio, trabajo.
Temor de que le vuelvan a rechazar, sentimiento de culpa,
autorechazo (no se acepta). Incapacidad para dar amor y para darlo. Inferioridad,
baja autoestima, retraimiento (se distancia). Es una persona con mucha preocupación.
Incapacidad para perdonar porque su perdón está condicionado a que la otra
persona no le vuelva a hacer lo mismo.
Para el cristiano hay una salida, se llama Jesucristo el
Señor.
*Génesis 50: 20
José encausó el rechazo de sus hermanos en algo bueno.
Lo que el Señor te está diciendo hoy es que entiendas por
favor que aunque el no pudo evitar que tanta gente te rechazara, de
desaprobaran y te hicieran a un lado, Él quiere convertir en bendición lo que
en un tiempo fue para maldición tuya. Él lo puede hacer pero SI TU LO PERMITES!
¿Por qué el ser humano aun como cristiano tiene esa mala
costumbre de aferrarse a lo malo?
Aceptar el regalo de Papá de aceptación, de vida eterna.
Aun si tu padre y tu madre te dejaren, con todo, Jehová te
recogerá.
Y es una debilidad humana aferrarse a todo lo malo que se nos
ha hecho, que quiera estar recordando lo malo que lo bueno.
*Romanos 8: 28-39
*Efesios 1:13
Nadie puede ofenderte sin tu permiso
(Audio 4)
*Santiago 1: 2
La duda en la fe viene a través del rechazo que se nos fue
sembrado, que se nos fue dado aún como seres naturales, aun como seres humanos.
Es necesario que sepamos que nosotros tenemos facilidad tanto de rechazar como
de ser rechazados y que la falta de fe no es otra cosa sino un principio de
rechazo hacia Dios.
El rechazo hacia Dios viene de diferentes formas por
diferentes causas.
A Dios le plació darle mucho valor a la figura paterna. ¿Por
qué no habló de la mamá? Porque la mamá salió sencillamente del papá, la mamá
es parte del papá, todo lo que tiene la mamá, se lo dio el papá, se lo dio el
esposo. La Biblia dice que Dios formó el cuerpo de hombre y después de formado
le sacó una costilla, tomó parte de ese hombre y formó a la mujer. Así que nada
de lo que tiene la mujer lo va a recibir si no es a través del hombre. Porque
Dios le da el cuerpo y la mujer es parte de ese cuerpo. No es un principio
machista; es algo bíblico. Dios estaba pensando en un solo principio de
autoridad, de obediencia, en unidad. Por eso Él creó una sola persona; al
hombre y de ese hombre sacó a la mujer para que la mujer fuera complemento de
ese hombre y la receptora, mientras que el hombre es el proveedor, es dador. El
hombre tiene que darle a su cuerpo, ella es parte de su cuerpo y él tiene el
compromiso con Dios de proveer de todas las cosas a esa mujer, aun en una
figura paternal. La Biblia dice “El padre de familia” no dice “El esposo de la
casa” ni “El esposo de la mujer y el padre de los hijos”, así que él es el
padre de toda la familia, hasta de la esposa.
Aun como cristianos es difícil entenderlo, la responsabilidad
tan grande que tiene el varón, el hombre sobre la familia.
En Dios hay que creer ciegamente, creemos en Dios mirándole,
viendo sus obras en la palabra, apropiándonos de esa promesa que para nosotros
es una herencia.
Pero la dificultad radica cuando el ser humano tiene que
enfrentarse a una realidad. Las experiencias que vivió con su padre terrenal antes
de Cristo le acaban de llenar su corazón de una desconfianza que viene todo a través
del rechazo.
Es importantísimo que nosotros como hijos de Dios, si nos
enfrentamos a una necesidad de creerle a Dios porque “El justo por la fe vivirá”
nada vamos a conseguir si no es a través de la fe.
Lo que conseguimos a través de la fe en Dios es una bendición
que permanece, se multiplica, se ensancha.
Tenemos una medida de fe la cual hay que activar, trabajar.
¿Cómo se activa la fe? Creyendo, teniendo paciencia, esperando en Dios, creyendo
que Él a su debido tiempo va a hacer lo que tiene que hacer en nuestra vida.
El rechazo lleva a la persona a estacionarse en el tiempo de
la aflicción. Se ubica allí y no quiere salir de ese momento. Se vuelve estacionario
en la mente de esa persona así sea creyente.
El rechazo se convierte en el mayor obstáculo para avanzar. El
rechazo como parte de mi pasado, sin haberlo solucionado se convierte en el
mayor escollo para ir hacia el futuro victorioso que Jesucristo nos tiene y ya
ganó para nosotros.
El cristiano no puede vivir una vida natural, el cristiano
por la fe vivirá. La persona rechazada tiene unas manifestaciones bien claras:
inseguridad, desconfianza, ansiedad, afán, depresión nerviosa.
A veces la persona no sabe por qué se deprime; está bien, no
tiene problemas económicos, su hogar está bien, su esposo(a) es una persona
fiel, sus hijos van bien, están estudiando, se están capacitando, los negocios
van bien, pero a veces esa persona se halla deprimida, no le encuentra sentido
a nada, que está en desesperanza, que hay un vacío en su corazón, no le halla motivación
a lo que hace, se aburre con lo que hace, y ya van varias veces que pasa lo
mismo, inicia algo y a mitad de camino se desanima y lo deja. Y ante esa
situación el creyente no sabe qué está pasando, no sabe a lo que se está
enfrentando.
Lo que la persona ignora es que le sembraron una raíz de
rechazo, tal vez antes de nacer o durante su niñez. El rechazo que le sembraron
es tan fuerte que hace que esa alma esté en una cárcel, donde necesita aprobación,
aceptación.
La demasiada necesidad de aprobación es una necesidad de que
existe allí guardado un problema de rechazo que no se ha solucionado.
¡Ojo! Muchas personas sabiendo que están haciendo lo correcto,
sólo porque su esposo(a) le apruebe, empiezan a hacer lo malo; le aceptan cosas
que delante de Dios son vergonzosas, que son pecado.
La dificultad para creer en Dios se convierte en el mayor
escollo creado por el rechazo.
Establecer mi libertad en Cristo Jesús.
Esposos(as), no se aprovechen si ustedes pueden identificar
lo que les estoy diciendo de su conyugue, porque hay quienes manipulan esa
necesidad de aprobación en su conyugue.
Uno tiene que decidir desde muy temprano en la vida cristiana
que a mí no me va a importar el rechazo del ser humano; yo lo que voy a buscar
es la aprobación de Dios.
Pongámonos delante del Señor, metámonos bajo su gloria, bajo
su presencia y que si hay algo en nuestra vida llamado rechazo, algo que está
afectando la capacidad que debo de tener delante de Dios, delante del Padre
para amarle y para creerle; que sea destruido.
El propósito es entrar en este tiempo en oración y que le
podamos decir “Señor, de pronto no me doy cuenta qué ha pasado pero yo sí he
percibido eso: que me cuesta creerte, que me cuesta verte como padre, que me
cuesta confiar en ti y esto es producto del rechazo que pusieron sobre mi vida,
tal vez antes de nacer o durante mi niñez”
Hay personas que el rechazo más fuerte que han vivido ha sido
durante su vida de casados.
Usted y yo tenemos lo que tenemos que ver en Dios son cosas
sobrenaturales y no las vamos a ver si no creemos en Él y si no le creemos a
Él.
Vamos a destruir y vamos a renunciar a cualquier raíz, a
cualquier grado de rechazo.
“Señor, pongo en tus manos toda mi vida, toda mi alma para
que tu me hagas libre de toda consecuencia del rechazo”
Recuerde que las consecuencias del rechazo son: rechazo hacia
los demás, temor a ser rechazado y autorechazo.